La sordera, esa discapacidad invisible

No he podido evitar el paralelismo, pero no puede negarse que las personas y los animales estamos, afortunadamente, cada vez más cerca. Lejos están quedando, al menos en mi entorno, aquellos tiempos en los que un animal con discapacidad era sacrificado en aras de evitar un sufrimiento.

El paralelismo me ha venido a la mente viendo este post de Bored Panda (Panda Curioso en español), titulado "Este fotógrafo hace retratos de perros que son perfectamente imperfectos" y en el que se muestran perros con alguna discapacidad.

Me tomo la licencia de poner aquí un par de imágenes:

Mya, perra ciega (foto: www.houndstoothstudio.com.au)

Ruben y Keisha con ruedas para las patas traseras (foto: www.houndstoothstudio.com.au)

Y así van desfilando hasta 12 bonitos y bonitas canes, cada cual con su discapacidad: ceguera, movilidad reducida, disfuncionalidad física, etc. Pero no aparece la sordera.

Y es que la sordera es lo que popularmente llaman una "discapacidad invisible", para quienes quieran llamarlo discapacidad. Al igual que las personas, si ves a un perro sordo por la calle no sabrás que es sordo hasta que intentes establecer un contacto.

Por eso no salen en estas fotos, porque los verás como perros "normales". Y la invisibilidad lleva a la indiferencia. Por ahí se dice que lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia.

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