¿El éxito discrimina entre hombres y mujeres?

Varias investigaciones demuestran que las mujeres tienen más obstáculos que los hombres para ser exitosas o para ser reconocidas como exitosas, a pesar de tener el mismo talento.

 * La información de este artículo forma parte de un trabajo de Doctorado, por lo que todos los datos están tomados de investigaciones. Este artículo tiene finalidad divulgativa y puramente introductoria sobre el tema.

Imagen generada con IA a partir de la primera frase de este post

En los años 70, unos/as investigadores/as identificaron en Estados Unidos a 1.650 jóvenes de alrededor de 13 años de edad con alta capacidad intelectual para las matemáticas, es decir, “superdotados” en matemáticas. Cuarenta años después, los/as investigadores localizaron a estas mismas personas, que ahora tenían entre 48 y 53 años y comprobaron que la mayoría había alcanzado el éxito en diferentes formas como obtener un doctorado en la universidad o trabajar en importantes empresas.

Sin embargo, en este grupo de personas había importantes diferencias entre hombres y mujeres en sus carreras, por ejemplo:

Arriba izquierda: Aproximadamente el 90% de los hombres trabajaban a tiempo completo, frente al 65% de las mujeres. Arriba derecha: Los hombres tenían unos ingresos medios de unos 140.000 dólares, frente a los 80.000 de las mujeres. Abajo: Los hombres tenían más probabilidades de trabajar en los llamados campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas), mientras que las mujeres trabajaban más a menudo en el comercio en general, la educación o eran amas de casa.


100 Humans: Jesse y Jessie

Hay una serie en Netflix titulada 100 Humans, en el que los 100 participantes se someten a varios experimentos. En uno de ellos, en el episodio 4, experimento #3, se les presenta a dos personas cuya única diferencia es el género: un hombre que se llama Jesse y una mujer que se llama Jessie.

Pues bien, los participantes creen que Jessie es más inteligente, creen que es médico y confiarían en ella como médico más que en Jesse. Sin embargo, cuando fueron preguntados sobre quién creían que tenía un salario superior a los 100.000 $ al año, la mayoría contestó que Jesse.

Estos son Jesse y Jessie. La única diferencia entre ellos es que Jesse es un hombre y Jessie es una mujer (foto: 100 Humans © Netflix)

Posiblemente este experimento es un reflejo de la sociedad: a igual cualificación y talento, las mujeres perciben menor salario.


El experimento de Heidi y Howard

El experimento anterior en la serie 100 Humans está basado en un experimento real en el año 2003 realizado por un profesor de la Universidad de Stanford.

Este profesor, Frank Flynn, presentó a sus estudiantes la historia de una persona emprendedora de éxito. A la mitad de sus estudiantes les dijo que se llamaba Heidi y a la otra mitad les dijo que se llamaba Howard pero se trataba de la misma persona, es decir, la única diferencia era de sexo identificado en el nombre. El resultado fue que la mayoría de los estudiantes habría elegido al hombre, Howard, para contratar o con quien trabajar.

Algo curioso de este experimento es que el profesor universitario de Stanford tomó el caso real de una mujer llamada Heidi Roizen, alta ejecutiva de Silicon Valley, a la que puedes conocer en el siguiente vídeo (subtítulos automáticos en inglés):



Sheryl Sandberg, Directora Operativa de Facebook

Sheryl Sandberg, Directora Operativa de Facebook entre 2008 y 2022, en una charla Ted en 2010 cuenta su experiencia y aprendizaje como alta ejecutiva y explica este mismo experimento de Heidi y Howard.

Su charla fue vista en vídeo más de 10 millones de veces pero, años después, Sheryl confesó que tuvo miedo de dar la charla, pues ella fue una de las primeras altas ejecutivas en hablar públicamente de las dificultades de las mujeres para tener éxito profesional.

Puedes ver la charla a continuación (subtítulos en 47 idiomas):



Apoyos para mujeres exitosas

Las investigaciones indican que uno de los factores que favorecen el éxito es tener una buena red social en la que apoyarse (lo que en sociología suele denominarse capital social). Una reciente investigación de 2019, por la Northwestern University y la University of Notre Dame, muestra que, si eres mujer, necesitas dos redes sociales diferentes: una que incluya a los hombres y otra que sea solo para mujeres. ¿Por qué?

Según el estudio, a través de su red masculina, las mujeres aprenden a ascender en la empresa y obtienen información de mentores masculinos. De su red femenina, especialmente con un círculo interno de dos a cuatro mujeres, las mujeres disponen de un foro para hablar de temas que podrían sentirse incómodas compartiendo con un hombre, como, por ejemplo, cómo un hombre las ha pisoteado en una conversación (Susan McPherson, CNBC)


Fuentes:

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